Todos pensamos que el nuevo año 2021 sería diferente en materia de salud pública frente al COVID 19 y que las cosas cambiarían con el pasar de los días pero la realidad rápidamente nos hizo caer en cuenta que esto está más complejo de lo que parece frente a una pandemia que no cede un centímetro y que por el contrario está desbordando la capacidad de gestión gubernamental, hospitalaria y humana a pesar del reporte que han ofrecido en los últimos días las autoridades en todos los niveles.
Los medios de comunicación tradicionales se están ocupando rápidamente de las noticias que cambian minuto a minuto por los giros tan rápidos e inesperados que se están generando producto de los efectos de esta pandemia y parece no haber mucho tiempo ni espacio para el análisis y la investigación que nos permita contar con una visión más amplia y seria de lo que nos espera y como debemos actuar para enfrentarlo.
La pregunta de fondo termina siendo es, que género esta situación y porque ahora vemos que las cosas se encuentran al límite y mantenemos una ocupación de UCI´s en escalas superiores al 90% incluso ya estamos pensando en la necesidad de trasladar pacientes a otras regiones e incrementar los hospitales de campaña en clínicas y hospitales, pues bien miremos en detalle que pudo haber causado esta situación.
Las noches del pasado 9, 10 y 11 de agosto cuando fueron banalizados los CAI en casi todo el país fue la primera alerta para el Gobierno Nacional y Distrital de que las cosas no andaban por buen camino y que esto podía terminar muy mal y salirse de control rápidamente si no se tomaban otras medidas para aliviar la crisis social producto del aislamiento obligatorio.
Como resultado de lo anterior y durante los meses siguientes el Gobierno Nacional comenzó a hablar de la reactivación económica pero la disyuntiva continuaba siendo el impacto y los riesgos que esto podía llegar a tener en el sector salud como lo estamos viendo hoy, pero se tenía que tomar una decisión y el gobierno decidió jugársela por la primera alternativa.
Así las cosas el día sin IVA, la apertura de la economía informal, fiestas de fin de año, Ingreso al país sin pruebas de Covid 19, la falta de conciencia ciudadana y la falta de control real sobre la población para evitar enfrentar la economía informal que en nuestro país supera el 60% fueron los detonantes para que hoy estemos al borde de colapso en materia de salud pública a pesar de los reportes suministrados.
La pregunta es: ¿qué hacemos ahora? Pues bien la autonomía del Gobierno Distrital no puede desbordar la del Gobierno Nacional y el Presidente Iván Duque parece no dar muestras de querer decretar nuevamente un confinamiento obligatorio para evitar la propagación del contagio puesto que prevalece un factor económico anclado a la economía informal que el gobierno no está dispuesto a afrontar ampliando las base de datos de los programas asistenciales establecidos por el gobierno para apoyar a los que viven del día a día.
Así las cosas de ahora en adelante los aislamientos obligatorios seguirán siendo sectorizados, continuara vigente durante largo tiempo el pico y cedula, el pico y placa también se mantendrá, los toques de queda serán la gran alternativa, especialmente en horas de la noche y está pendiente por definir si los mantendrá los fines de semana y por último se recomendara permanentemente limitar las reuniones familiares y mantener el distanciamiento como mecanismo de precaución.
En últimas esto termino siendo una responsabilidad y el problema de cada uno por esta razón es necesario mantener presente los cuidados y las recomendaciones establecidas para evitar el contagio del Covid 19 y evitar terminar en un hospital por un pequeño descuido.
Lavarse las manos frecuentemente, continuar con el uso del tapabocas y en lo posible mantenga el distanciamiento social en todas partes es lo más prudente, recuerde que solo de usted dependerá no llegar a una unidad de cuidados intensivos que por demás comienzan a escasear por estos días.